sábado, 12 de julio de 2014

Estrella

Este cuento me lo escribió mi amiga Dalatea del blog Dalatea por un amigo invisible, me lo regalo junto con un collar (ahora entenderéis por que). Yo regale un marca paginas pero no a Dalatea. El caso que me gusto tanto este cuento que he decidido traéroslo por aquí.

Era se una vez una conejita muy pequeña, de color negro con una gran mancha blanca en la frente con forma de estrella. Aunque no os lo creáis esta conejita era muy especial porque tenia el maravilloso poder de teletransportar las cosas mas pequeñas como una hormiga hasta las mas grandes como una bola de demolición, pero la historia que voy a contar no tiene nada que ver con este poder.
Un día soleado esta conejita salio de paseo con sus amigas, estuvieron saltando toda la tarde cerca de un gran bosque a donde sus padres les habían prohibido pasar, pero a una de ellas no le gustaba seguir ordenes, era un alma libre, entonces entró. En un principio las demás conejitas no se atrevieron a pasar pero al ver que su amiga no volvía entraron. Ya llevaban un rato andando cuando vieron una letra en un árbol, les recordó a cuando jugaban a huella y nuestra conejita, llamada Estrella en honor de su mancha blanca de la frente, se acercó para verla mas de cerca: era la letra ``D´´ de Disasle, estaba grabada en el tronco y al fijarse mas de cerca se dio cuenta de que ponía: ``No estoy jugando´´. Estrella llamó a las demás: Lancoista, Altara, Pompongrande y Maslargasquetumadre, los dos últimos nombres eran muy frecuentes en los conejos ya que significaban grandeza, pero estaban en la época innovadora así que no era raro encontrarse con nombres tan raros como Lancoista y Altara, bueno que se acercaron a la ``huella´´ y decidieron seguir buscando. Pasaron muchas horas. Cada vez que encontraban una huella ponía indicaciones pero en la séptima no le había dado tiempo a terminar la frase, las conejitas, asustadas, no sabían que hacer pero a Maslargasquetumadre se le ocurrió seguir por el camino.
Al cabo de un largo rato llegaron a un palacio de libros, era un palacio construido con libros pero las conejitas tardaron en darse cuenta, era precioso. Estrella fue la primera en entrar, por dentro era todavía mas bonito, tenia un esplendor asombroso y mas aun si te fijabas, el palacio no tenia ventanas y Estrella se fijó, se lo iba a decir a sus amigas cuando de repente escucharon una risita, asustadas, formaron una piña en medio de la sala y escucharon una voz que les decía:
-No os asustéis conejitas, no os voy a hacer nada.- Hizo una pausa y continuó- Se que algunas de vosotras os lo habéis preguntado, en concreto una y mi deber es contestarte, todos estos libros están colocados por la pagina en la que el Sol brilla mas fuerte y así transmiten luz y calor.
-¿Y cuando quieres dormir?-
-También te habrás fijado que en el tejado del palacio los libros están colocados al revés, eso es para que las anotaciones estén a oscuras.-
-¿Tiene usted a nuestra amiga?- Preguntó Estrella mirando a todos lados porque no sabia de donde provenía la voz.
-Si, la tengo. Pero no os preocupéis, no la haré daño, solo la transformaré en humana para que me haga compañía.- Mientras pronunciaba esas palabras se dejaba mostrar, era una mujer alta y delgada, tenia un vestido largo que arrastraba por el suelo y en sus manos sujetaba a Disasle.
-¡Socorro!¡Ayudadme!- Gritaba esta.
-Le ofrezco un intercambio.- Dijo Estrella dando un salto al frente.
-¿Y que me ofreces a cambio?-
-Yo.- A Estrella se le enredaba la lengua de los nervios- Quiero decir, le cambio a mi amiga por mí.
Hubo una pausa, una pausa realmente larga, entonces la mujer soltó a Disasle y la dejo ir.
-De acuerdo, ven con migo.-
-Un momento.- Dijo Estrella- ¿Le importaría dejarme despedirme de mis padres?
-No nos podemos permitir perder ese tiempo, pero toma, graba aquí lo que les quieras decir para que ellos sepan que estas bien.-
Estrella hizo lo que le dijo la mujer, realmente a Estrella no le importaba convertirse en humana y vivir allí, ese lugar la llamaba, sentía una gran atracción por ese sitio. La mujer hizo un conjuro para que las conejitas volvieran a su casa, cuando se quedaron a solas la mujer empezó a hacer el conjuro para transformarla en humana, cuando termino era una joven alta y delgada con el cabello negro y con una gran mecha blanca, el pelo le llegaba hasta el suelo y le cubría el cuerpo, su cara, blanca como la nieve se tiño de un rojo intenso cuando se dio cuenta de que estaba desnuda y enseguida la mujer le dio un vestido largo y de color azul oscuro a juego con sus ojos. Estrella vivió allí toda su vida, aprendiendo magia, estudiando todos los libros que había en el palacio y poniendo en practica su poder, a Estrella nunca le importo vivir lejos de su familia porque años después de lo ocurrido la mujer le enseño el conjuro de cambiar de especie y ella nunca quiso cambiar porque se sentía una verdadera humana. No mucho después, cuando la mujer falleció le dejo el palacio y antes de morir le entrego un collar que tenia mucho poder, Estrella era la guardiana del palacio y el collar nunca se lo quito hasta su lecho de muerte cuando se lo dio a su heredera y así fue pasando de heredera en heredera.

Así que ya sabéis un poquito mas de mi historia, soy una bruja de los libros, o por lo menos eso se invento Dalatea, (de ahí que me guste tanto leer eh eh eh eh).

2 comentarios:

  1. Que majo el cuento se lo curro mucho xd
    Pues si, ghostgirl es un poco infantil, pero bueno, es bastante bueno para pasar el rato, eso si. A mi el tercero me dejo con gamas de mas prro creo que ya hacer mas es demasiado, y el es de relleno por completo, no me gusto nada la verdad. Estoy esperando para ver si la saga se acaba ya y vemos el final jaja.

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    1. Si que se lo curro, le diré que has dicho eso de su cuento, se alegrara =))
      Yo solo me he leído tres de ghostgirl no sabia que hubiese un cuarto (el de canción de Navidad).
      Besos y gracias por comentar.

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